Por un momento pienso "Jose, has estudiado mucho, esto no puede ser". Entonces me imagino a gente conectando tabletas y teléfonos en unas máquinas parecidas a las recreativas. De esas máquinas salia un papelito con el que la gente se dirigía al quiosquero para pedirle el suplemento del día en el que se hablaba de los avances en la lucha contra el sida en África. También me imaginé que dentro del quiosco había un anuncio de Enrique Dans susurrando cables usb y que se podía leer algo de prensa deportiva inteligente.
Me rasqué la cabeza y, a paso firme, me dirigí al quiosco para ver si algo había cambiado. Vi lo mismo de siempre. Saqué mi móvil y le hice una foto al anuncio pensando si mis imaginaciones serían buenas o no para esto que le llaman mundo de la información. Me largué para el examen con la misma duda de siempre: ¿Me dará de comer esto de estudiar periodismo?
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