No me importa si tu voz recorre de una punta a otra del bar o del país, me importa lo que dices.

jueves, 29 de abril de 2010

Deseo un Kapuscinski 2.0

Reflexiones a partir de la lectura de Los cínicos no sirven para este oficio de Rysard Kapuscinki.

Una lección de como encarar el mundo de la comunicación y el periodismo en general de la mano de uno de los professionales más importantes del S.XX. Eso es Los cínicos no sirven para este oficio de Rysard Kapuscinski.

La estructura del libro se divide en tres partes: Ismael sigue navegando, un texto que recoge una charla del autor en el que se reflexiona sobre el mundo del periodismo; Explicar un continente: la historia de su desarrollo, una entrevista de Andrea Simplici al polaco en el cuál nos cuenta como ha vivido de primera mano el desarrollo de su continente predilecto, África; y el Relato de un diente de ajo, conversación entre Kapuscinski y el escritor Jonh Berguer moderada por María Nadotti en la que se habla de comunicación y periodismo entre otros temas.

Aparte de recomendar esta lectura a cualquiera interesado en la temática quisiera citar algunos fragmentos que me han llamado la atención especialmente para después poder reflexionar sobre ellos. "Nuestra profesión es una lucha constante entre nuestro propio sueño, nuestra voluntad de ser completamente independientes y las situaciones reales en que nos encontramos, que nos obligan a ser, en cambio, dependientes de los intereses, puntos de vista, expectativas de nuestros editores". Realidad que cualquiera que tenga intención de dedicarse al periodismo tiene que tener bien clara y que te la encuentras tanto en el gran diario como en la pequeña redacción de un medio local. La crisis actual del periodismo hace que esta lucha este más latente hoy en día que en cualquier otro momento. "Hoy en día, los medios de comunicación se mueven en manadas, como rebaños de ovejas; no pueden desplazarse de forma aislada (...) el objetivo de todos los grandes grupos de comunicación no es el de ofrecer una imagen del mundo, sino el de no ser desbancados por otros grupos". El público tiende a quejarse de que en todos los medios se suele hablar de las mismas noticias, mayoritariamente malas. Entender que la competitividad en el sector es un aspecto más con el que convive el periodista puede llegar a entenderlo. Ahora, la situación esta cambiando. El profesor de la FC Blanquerna Francesc Canosa citó una frase recientemente en Catalunya Ràdio "ya no estamos en un mundo dominado por grandes dinosaurios, sino en uno de rápidas gacelas". Los grandes medios de comunicación se ven abocados a competir, cada día más, con medios más humildes, de un presupuesto más bajo, pero cada vez más numerosos. Estos pueden salirse de "la manada" a la que se refiere Kapuscinski con más facilidad ya que son más flexibles. En la segunda parte del libro el autor dice "la lucha por el poder alimentó las rivalidades entre las etnias y las diferentes tribus: la administración se transformó en un campo de batalla para repartise la riqueza nacional y el poder político". Uno de los grandes dramas de África fue que después de la descolonización los grandes grupos intentaron hacerse con el poder que los blancos dejaron vacío. Este hecho tuvo unas consecuencias nefastas para todo el continente, en muchos casos, detrás del grito negro por la independencia no había más que un deseo de conseguir privilegios por parte de algunos grupos. En el contexto en el que estamos, creo que es especialmente importante apreder de los errores que cometió el pueblo africano y antes de mostrarnos a favor o no de las posturas independentistas saber que hay más allá de estas. En la última parte del libro Berguer y Kapuscinski están de acuerdo en el concepto de disposición activa. Yo hecho de menos esa disposición en mucha gente, sobretodo entre los adolescentes. La pasividad enfrente de la vida creo que es uno de los problemas que la sociedad tiene que afrontar. No digamos ya sobre la política. No me imagino un ambiente de disposición activa sobre este tema ya que no lo he respirado en mis 21 años de existencia.

Para finalizar, quisiera expresar un deseo. No me imagino a Kapuscinski en la era 2.0 y de Internet. Sería fantastíco poder gozar del encaje de voces que hace en sus libros inspirados, en los blogs. Esos blogs que, entre todos, estamos convirtiendo en un tipo de cultura. Sería genial. Deseo que alguien lo haga aunque dudo que pueda hacerlo con la brillantez que lo hace el nacido en Pinsk

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